junio 2, 2025
La caminata por el Monte Kilimanjaro, el pico más alto de África, es un estudio de transformación, desde la selva húmeda en la base hasta sus picos nevados. Lo mismo ocurre con los empleados de Mastercard que recientemente escalaron la montaña, evolucionando de colegas a escaladores y agentes de cambio.
Ataviados con chaquetas y mochilas de la marca Mastercard, el grupo más reciente de empleados recaudó más de $30,000 para Youth Challenge International (YCI), una organización sin fines de lucro dedicada a acelerar la innovación juvenil para el bien en todo el mundo. Esto incluye la iniciativa HerStart: Innovate the Future en Ghana, Tanzania y Uganda, que apoya a las jóvenes emprendedoras para lanzar o escalar una compañía social.
África es el continente más joven del mundo —el 70% de la población subsahariana tiene menos de 30 años— y sigue lidiando con la falta de empleos de calidad, lo que puede exacerbar la inestabilidad. Esta fue la quinta vez que los empleados de Mastercard, sus colegas y sus familias escalaron el Kilimanjaro desde 2020, recaudando hasta ahora un total de 300.000 dólares para el Fondo HerStart Catalyst de YCI; cada paso dado contribuye a impulsar el empoderamiento económico y a fomentar un futuro más inclusivo.
"Escalar el Monte Kilimanjaro me recordó el poder de estar presente y tomar las cosas paso a paso", dijo Olivia Pugh, analista senior. "Sin mi teléfono, tuve la rara oportunidad de desconectarme por completo y concentrarme en el momento, algo que es fácil perder en nuestra vida diaria. Estoy increíblemente agradecido con Mastercard por crear oportunidades que nos desafían, nos fundamentan y nos ayudan a crecer, tanto personal como profesionalmente".
El equipo inició su ascenso a la cumbre desde el campamento base de Barafu poco antes de la medianoche del 6 de marzo, partiendo en temperaturas gélidas y en completa oscuridad, y empleando linternas frontales para orientar en el terreno empinado y suelto. El ascenso final fue exigente tanto física como mentalmente, con grandes altitudes y vientos fríos que dificultaban cada paso, según Ron Talwalkar, vicepresidente de desarrollo de negocios que se capacitó durante cuatro meses para conquistar el Kilimanjaro.
A lo largo de la caminata de seis días a lo largo de la infame Ruta Machame, el equipo caminó un promedio de ocho horas por día, ajustar gradualmente a la elevación y el terreno. Pasaron por cuatro zonas climáticas distintas: selva tropical, con vegetación densa y alta humedad; páramos, con senderos abiertos y una vida vegetal única; desierto alpino, conocido por su paisaje seco y rocoso y temperaturas extremas; y finalmente la zona ártica, cerca de la cumbre, donde el hielo y el viento borraron todos los signos de vegetación.
La escalada fue una prueba de resistencia, pero el amanecer en Uhuru Peak, el punto más alto de África a 19,340 pies, hizo que el esfuerzo valiera la pena.
"Escalar el Monte Kilimanjaro fue una experiencia inolvidable, pero la verdadera recompensa vino de saber que nuestros esfuerzos empoderarían a las mujeres empresarias en toda África", dijo Talwalkar. "Este viaje fue un ejemplo perfecto de cómo el compromiso de Mastercard con la inclusión, la resiliencia y la colaboración puede generar un impacto real y duradero".