12 de septiembre de 2024
La banca abierta, que comparte de forma segura sus datos financieros para desbloquear experiencias mejoradas, está transformando los servicios financieros.
Cuando las personas y las compañías aprovechan esta tecnología, están desenterrando un universo financiero que funciona para ellos: más rápido, más inteligente y personalizado según sus necesidades.
Las tareas tediosas y que requieren mucho tiempo, como cambiar los depósitos directos o proporcionar la información necesaria para cerciorar un préstamo , se vuelven más eficientes y precisas. Las pequeñas compañías tienen nuevas formas de acceder y obtener capital. Las personas con un historial crediticio escaso o nulo pueden usar su historial de pago de alquiler para cerciorar el crédito, creando caminos hacia experiencias financieras que antes no estaban disponibles para ellos, como comprar una casa. Los consumidores con múltiples cuentas financieras en diferentes instituciones pueden ver sus vidas financieras en un solo lugar y recibir alertas sobre posibles fraudes en tiempo real. La banca abierta hace que todo esto, y más, sea una realidad.
El panorama de la banca abierta en los EE. UU. creció constantemente durante la última década. La Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB) estima que al menos 100 millones de estadounidenses dieron licencia a un tercero para acceder a los datos de sus cuentas para obtener mejores servicios.
Es fácil entender por qué: en la era altamente digitalizada en la que vivimos, los consumidores esperan que sus experiencias financieras sean tan tecnológicamente avanzadas como ellos. Comparten sus datos para obtener estos servicios, pero un factor de la experiencia debe priorizar por encima de todo: que esos datos estén protegidos y seguros.
En Mastercard, nos atenemos a los más altos estándares de prácticas de datos responsables. Nuestros Principios de Responsabilidad de Datos y Tecnología, lanzados en 2019, se basan en el respeto y la protección de los derechos de las personas a poseer, controlar y beneficiarse de sus datos. La privacidad y la seguridad están integradas en todo lo que hacemos. Estos compromisos son fundamentales para nuestra visión de un ecosistema de banca abierta estable y seguro que permita a las personas tomar el control de sus vidas financieras.
Este otoño, la CFPB finalizará la sección 1033 de su Reglamentación requerida sobre derechos de datos financieros personales. De acuerdo con nuestro propio enfoque de la responsabilidad de los datos, las regulaciones buscan proteger la propiedad de los datos de los consumidores al afirmar el derecho de un individuo a poseer y aprovechar el poder de sus datos. Los proveedores de datos, como los bancos, deberán poner los datos financieros a disposición de los consumidores y los destinatarios de datos de terceros autorizados, de forma segura. A su vez, los terceros con los que un consumidor elige compartir sus datos deben proporcionar información transparente a los consumidores sobre cómo se emplean sus datos, de acuerdo con el producto o servicio aplicar, junto con otras obligaciones.
¿Qué significa esto para los consumidores? Mayor claridad sobre adónde van sus datos financieros, quién los tiene y para qué servicios se emplean. Oportunidades para acceder a sus datos cuando los necesiten, incluyendo mejores oportunidades de préstamo, procesos bancarios más rápidos y sencillos, e información financiera más inteligente que los ayude a planear el futuro. Mayor confianza en que sus datos financieros son precisamente eso: suyos.
La banca abierta florece cuando las personas y las pequeñas compañías tienen derechos claros para poseer y controlar sus datos, pero el éxito depende de la seguridad. Es por eso que trabajamos junto a todos los actores del ecosistema para mantenerlo seguro, en cada paso del camino.
Estamos comprometidos a mantener la confianza de los consumidores y nuestros socios y a construir un mundo en el que cada persona, pago y dispositivo esté conectado y protegido. Es más que un trabajo, es nuestro deber.