CONFIANZA

Identificación digital: en un mundo virtual, ¿cómo puedes demostrar tu identidad?

10 de febrero de 2021 | Por VICKI HYMAN

Prepararse para tomar un examen solía consistir en saber si habías estudiado o no. Hoy en día, también se trata de tener una buena conexión WiFi, de asegurarte de que tu hermano no haya programado su clase virtual de violín en la habitación de al lado, y de cómo puedes demostrarles a tus supervisores de examen, que se encuentran a cientos o incluso miles de kilómetros de distancia, que en verdad eres tú.

Ethan Jones está cursando un máster en Gestión de la Construcción en Deakin University, cuya sede está en Victoria (Australia), mientras permanece en su casa en Hobart (Tasmania), a casi 400 millas de distancia. Para demostrar su identidad durante el confinamiento a causa de la pandemia de COVID-19, Ethan ha tenido que escanear su pasaporte, pero el documento está viejo y desgastado. Se le ha pedido que acerque su carné de estudiante a la pantalla del ordenador para que quede alineado, pero no ha funcionado.

Sin embargo, hace poco participó en un programa piloto con Deakin para probar ID, el servicio de identidad digital de Mastercard, que puede verificar la identidad de los estudiantes que toman exámenes en línea. Los estudiantes crean una identidad digital reutilizable y compartible en una aplicación en la que toda la información es controlada por los usuarios en sus dispositivos y donde se intercambian datos mínimos. Con el consentimiento del estudiante, la aplicación sólo comparte la información personal específica necesaria para registrarse para un examen en el portal de Deakin.

“Fue mucho más rápido y ágil, y mucho menos estresante”, afirma Jones. “Todo se controla desde mi teléfono y siempre lo llevo conmigo”.

La necesidad de contar con una identidad digital — una forma de verificar de forma fácil y segura tus interacciones en línea — ha ido creciendo durante años, pero la pandemia ha acelerado nuestra dependencia del mundo digital, desde las compras en línea, el pago de facturas y la banca móvil, hasta las citas de telesalud, el aprendizaje en línea y el trabajo a distancia.

La identificación digital puede salvaguardar los datos implicados en estas interacciones al tiempo que crea experiencias más fluidas y eficientes. Además, reduce el fraude en todos los sectores e industrias, lo que puede ser enormemente perturbador para la vida de las personas y le puede costar a las empresas un promedio mundial de $3.86 millones de dólares por cada violación de datos, según un nuevo informe del Instituto Ponemon e IBM. Sólo en los Estados Unidos, el número de denuncias por robo de identidad ha aumentado un 75% entre 2017 y 2019, según la Comisión Federal de Comercio.

Deakin y Mastercard se unieron a Australia Post para expandir el proyecto piloto de ID para tomar exámenes, en el que los estudiantes se registran mediante la aplicación Australia Post Digital iD para tener acceso al portal de exámenes de Deakin. Esta integración permite a los estudiantes crear una identidad digital reutilizable y compartible en una única aplicación donde toda la información es controlada por los usuarios en sus dispositivos, intercambiando solo datos mínimos.

William Confalonieri, director digital de Deakin, afirma que el servicio podría ampliarse al proceso de matricula con una serie de aplicaciones, como la sustitución de tarjetas de identificación físicas y la validación de la identificación para expedientes académicos digitales. “El COVID-19 ha tenido un claro impacto global en la forma en que socializamos, trabajamos y estudiamos”, afirma. “A medida que la educación se adentra cada vez más en el ámbito digital, disponemos de una forma sólida de verificar la identidad para que la enseñanza, la evaluación y la concesión de credenciales se otorguen a la persona correcta”.

En Australia, Optus, una empresa líder en telecomunicaciones, también utilizará ID para que sus casi seis millones de clientes puedan verificar su identidad de forma sencilla y segura en línea y en las tiendas, ya sea para comprar un nuevo teléfono o una tableta, realizar cambios en la cuenta o adquirir servicios adicionales. En lugar de presentar el pasaporte o el carné de conducir, los clientes pueden utilizar las funciones integradas en sus dispositivos móviles, como el reconocimiento facial.

Optus es la primera empresa de telecomunicaciones australiana que integra ID a su experiencia de cliente simplificando el proceso, al tiempo que protege la identidad de los usuarios y lucha contra el creciente fraude relacionado con las tarjetas SIM, como el intercambio de tarjetas SIM en el que los estafadores convencen a los proveedores para que activen una nueva tarjeta SIM conectada al teléfono de un cliente desprevenido.

“Vivimos en una era de hiperconectividad, en la que los servicios digitales transforman las compras, los negocios, la política, la atención médica y la comunicación”, afirma Ajay Bhalla, presidente del negocio de Cibernética e Inteligencia de Mastercard. “Si queremos que los servicios digitales se integren sin esfuerzo y de forma invisible en la vida cotidiana de las personas, tenemos que establecer y salvaguardar la confianza en las interacciones digitales”.

Una receta para asegurar los datos médicos

En ningún otro sector es mayor el potencial de una identidad digital segura y protegida que en el de la salud. Allí, la industria avanza hacia normas que den a las personas un mejor acceso y más control sobre su información médica, aunque el avance es lento debido a la naturaleza extremadamente confidencial de los datos.

En Estados Unidos, un nuevo consorcio intersectorial llamado Lumedic Exchange está desarrollando un conjunto común de normas abiertas para intercambiar información médica de forma segura. La compañía de tecnología de la salud Lumedic, las empresas de atención médica sin fines de lucro Providence y Cambia Health Solutions, junto con Mastercard, están estableciendo un conjunto común de principios y normas de identidad digital para compartir información independientemente del proveedor de atención médica, el pagador o el socio tecnológico. No se creará una bóveda centralizada de información personal, lo que reforzará la seguridad de los datos confidenciales de las personas.

Con el tiempo, los estándares podrán utilizarse para que los pacientes obtengan, almacenen y compartan sus propios datos médicos en su dispositivo móvil. Esto podría incluir su historial médico previo, la información del seguro, los resultados de las pruebas y los registros de vacunación, agilizando y asegurando mejor el proceso para todos y con Mastercard proporcionando la tecnología para emitir y verificar las identidades.

En Wisconsin, Thedacare, un sistema de salud comunitario, está ampliando su despliegue de la plataforma de salud digital de precisión de b.well, Connected Health, a miles de pacientes y miembros de la comunidad. La plataforma reúne los datos de los pacientes provenientes de todos los proveedores, las aseguradoras, las farmacias y las propias aplicaciones y dispositivos de los pacientes, para que puedan compartir su información, gestionar sus medicamentos, comprender sus costos y recibir información y alertas de salud personalizadas. La plataforma utiliza la verificación de ID de Mastercard para verificar de forma segura la identificación de una persona en tiempo real.

Con el aumento del número de casos de COVID-19, cada vez más personas optan por no recibir atención en persona, lo que dificulta aún más la identificación y autentificación de los pacientes, afirma la fundadora y CEO de b.well, Kristen Valdés.

“El personal sanitario comprueba los síntomas, clasifica, se ocupa de la telesalud y ordena la renovación de recetas para que los pacientes reciban la atención que necesitan”, afirma. “Eso requiere una intensa necesidad de avanzar en la identidad muy rápidamente para que podamos brindar a la gente la atención adecuada, conectarla con los registros correctos y atenderla de forma virtual o digital o incluso desde sus casas”.

La pandemia ha puesto de manifiesto una verdadera necesidad mundial de validar las credenciales sanitarias en una serie de circunstancias, tales como viajes, acceso a eventos y hoteles, y la vuelta al trabajo. Ya estamos trabajando en la capacidad de verificar las vacunas contra el COVID-19 y probar la validez de los “pases sanitarios” para viajes internacionales. También estamos trabajando con Good Health Pass Collaborative, una iniciativa de carácter intersectorial, para desarrollar un proyecto de sistemas de pases sanitarios interoperables que ayuden a restablecer los viajes y reactivar la economía mundial.

Esto debe hacerse dentro de un marco que genere confianza, y las soluciones de identidad digital pueden desempeñar un papel importante. Mastercard está utilizando su experiencia en la gestión de una red mundial para ayudar a establecer las normas necesarias para que la validación rápida, sencilla y segura de las credenciales personales — incluyendo la salud — sea operable a escala mundial.

“Al fin de cuentas, la confianza es fundamental en todas las relaciones, ya sea entre los pacientes y sus médicos, los estudiantes y sus profesores, o los consumidores y las empresas que les prestan servicios”, afirma Chris Reid, vicepresidente ejecutivo de Soluciones de Identidad de Mastercard. “Nuestro trabajo en materia de identidad digital se ha construido dentro de un marco de confianza y asociación que mantiene al consumidor en control de su información”.