E-commerce y el mejor uso de la información en protocolos seguros 

El e-commerce viene creciendo en flujo de usuarios, quienes prefieren realizar sus compras a través de aplicaciones de celular, páginas web o a través de nuevas opciones de pago como los códigos QR. Los canales digitales de pago representan una oportunidad para los comercios que adopten nuevas tecnologías pues la demanda de los usuarios por este tipo de opciones es continua y con perspectiva de crecimiento en el mediano y largo plazo. Sin duda, la pandemia ha impulsado de manera exponencial el uso de los nuevos mecanismos de pago y los usuarios ven con entusiasmo este nuevo dinamismo en el mercado. 

Sin embargo, de la misma manera que los usuarios demandan soluciones de pago digitales, las empresas deben no solamente implementarlas, sino asegurarse que dichas transacciones sean fáciles, rápidas y sobre todo seguras. Siendo este último punto, uno de los más importantes para los consumidores. 

Por ejemplo, en el estudio de Mastercard “New Payment Index”, se encontró que el 84% de peruanos busca que las opciones de pago que ofrece el comerciante sean seguras. Además, un 64% dice que las preocupaciones porque se vea afectada la seguridad de sus datos han sido una de las razones para no probar nuevos métodos de pago. Ello pone en los comercios la necesidad de hacer todos los esfuerzos para que las transacciones que realizan sus usuarios no vayan a ser vulneradas por ciberdelincuentes. 

De esta manera, las empresas tienen el reto de brindar plataformas de pago seguras, que eviten el fraude, la desconfianza y la excesiva fricción, mejorando la experiencia del consumidor. En ese sentido, la resolución N° 504-2021 de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), aprobó un marco de referencia para el sistema de gestión de seguridad de la información, que establece la obligación de que las empresas cuenten con un programa de ciberseguridad, procesos de autenticación en canales digitales, y prácticas seguras en los servicios provistos por terceros. “Las empresas deben identificar, detectar y responder a amenazas y vulnerabilidades en el ciberespacio, así como en los diversos sistemas de información y tecnología relacionada”, menciona la SBS.  

La SBS además, en dicha resolución, recomienda el uso del EMV 3DS, como un método de autenticación que permite que los comercios y sus pasarelas de pago logren una reducción de fricción al mismo tiempo que se aumenta la seguridad. El método de autenticación EMV 3DS comparte información relevante y de manera eficiente, generando una mayor predictibilidad del fraude y menores tasas de abandono, lo que finalmente se traduce en una mejor experiencia del cliente al realizar sus compras, y permitiéndole a los comercios incrementar sus ventas. Actualmente en el Perú varias compañías lo vienen implementando con resultados totalmente satisfactorios. 

Aumentar la seguridad en las compras por e-commerce llevaría a continuar ampliando el mercado de compras hacia todos los usuarios. La reducción de la probabilidad de que exista un fraude es importante porque genera confianza y mejora el acercamiento de más personas al ecosistema financiero, uno de los retos más importantes en la actualidad en el país. 

Es común que los negocios noten los diferentes puntos de fricción que tienen con sus usuarios, por hecho como las tasas de abandono del “carrito de compras” y la dificultad para crecer sus volúmenes de ventas en línea. Para un crecimiento rápido de nuevos canales de venta, los comercios deben aprovechas las nuevas tecnologías de seguridad de pagos, y novedosos métodos de autenticación. Está del lado de los negocios hacerle la vida más fácil al cliente, con la menor cantidad de dificultades al momento de hacer una compra y que finalmente puedan seguir transaccionando en los e-commerce con confianza y seguridad. 

Finalmente, estas tecnologías hacen posible que cualquier comercio, por pequeño o reciente que sea, pueda ofrecer una experiencia de pago inmejorable a “uno o pocos clics”, tal como lo hacen las grandes plataformas comerciales. En ese sentido, la tecnología se convierte en un promotor de la competencia, generando mayor actividad económica, y facilitando el emprendimiento.