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para la Empresa

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La cobertura de salud es un beneficio al que anhelan todos los empleados, pero es cada vez más difícil para los empleadores hacer frente al costo de cubrir a sus trabajadores. Desde 1998 hasta el 2003, el costo de las primas anuales individuales tuvo un alza del 42% ,casi 3.500 dólares, según la Robert Wood Johnson Foundation.

En promedio, las empresas asumen cuatro quintos de ese costo, incluso con esa ayuda disponible, cada vez menos empleados están inscribiéndose para seguros de salud proporcionados por el empleador debido a las crecientes primas.

Si se preocupa de la salud a largo plazo de su empresa y está considerando cancelar la cobertura de salud, debería pensar en un nuevo tipo de cuenta de ahorro exenta de impuestos que le puede dar a Ud., y a sus empleados una manera de mantenerse sano y no terminar en la indigencia.

El ABC de las Cuentas de Ahorro para Salud
En el 2003, los cambios introducidos a Medicare crearon la Cuenta de Ahorro para Salud (HSA por sus siglas en Inglés), un refugio monetario libre de impuestos que funciona como un 401(k). Los empleados y empleadores pueden depositar fondos en una HSA, pero en lugar de asignar ese dinero a jubilación, se puede utilizar para pagar los costos de salud para ese trabajador y su familia.

Como se podría esperar, las operaciones internas de una HSA son más complejas de lo que parecen a primera vista, pero el sitio Web del Departamento del Tesoro proporciona todos los detalles.

Primero, el que quiera una HSA debe estar cubierto por un Plan de Salud con Alto Deducible (HDHP por sus siglas en Inglés) y no contar con otro tipo de seguro de salud. La cantidad de su deducible, la cantidad de dinero que un empleado debe pagar en caso de un siniestro, según HDHP determina cuanto puede depositar en una HSA, hasta un límite de 2.700 dólares para los individuos y 5.450 dólares para las familias en el 2006. (Estas cantidades aumentarán anualmente para reflejar la inflación).

Al igual que sucede con sus aportes a los planes 401(k), puede reducir sus ingresos imponibles de acuerdo con la cantidad que depositó en la HSA, pero si gasta esos fondos en cualquier otra cosa que no sean "gastos médicos calificados", debe pagar impuestos más un 10% de multa sobre lo que retiró. Una lista parcial de gastos médicos aceptables se puede encontrar en IRS Pub 502; la lista incluye una amplia gama de servicios médicos, como atención dental y oftalmológica, acupuntura, psicoanálisis, atención quiropráctica y otros tratamientos frecuentemente excluidos de los seguros tradicionales.

Los fondos en una HSA se manejan por un banco, unión de crédito u otra institución financiera y paga las cuentas médicas mediante una chequera o tarjeta de crédito para esa cuenta. Cualquiera que sean los fondos de la HSA que no gaste en un año calendario se acumulan y quedan disponibles para ser utilizados en años posteriores, ganando intereses mientras esperan. Si abandona el HDHP, ya no puede hacer aportes a la HSA pero puede gastar los fondos que ya estén en la cuenta para gastos médicos.

Los fondos de HSA pueden utilizarse libres de impuesto después de jubilar para gastos médicos o se puede contar ese dinero como ingreso y emplearlo para otros propósitos. Si tiene más de 55 años, puede hacer contribuciones de "puesta al día" de hasta 1.000 dólares al año.

El significado de las HSAs para los empleadores
Pasar de un plan de seguro de copago tradicional a un plan HDHP para sus empleados reducirá sus costos de salud en un tercio, según JoAnn Laing, presidenta de Information Strategies Inc., empresa de marketing y medios en Fort Lee, N.J., que estudia el mercado de HSA y está a cargo de HSAfinder.com.

El problema al realizar dicho cambio es que sus empleados deben pagar un deducible más alto, que puede llegar a los miles, antes que el seguro comience a cubrir los costos, y ahí es cuando las HSAs entran en acción.

Básicamente, las HSAs traspasan las decisiones de la atención de salud desde el empleador al empleado. "Conceptualmente, las HSAs forman parte de un movimiento llamado "atención de salud dirigido al consumidor", dice Lou Garafalo, director gerente, práctica de beneficios para los empleados, de The Bostonian Group, una consultora de negocios en Boston.

La mayoría de las personas no son consumidores informados de los servicios de atención de salud porque no pagan las cuentas directamente, dice Garafalo. Con un HDHP que obliga a los empleados a pagar por lo menos los primeros 1.000 dólares de sus gastos de atención de salud, usando su HSA, si tienen una, se volverán más responsables en cuanto a su elección de médicos y servicios, escogerán genéricos por sobre marcas, por ejemplo, o llevarán estilos de vida más sanos para evitar la necesidad de atención médica.

Las HSAs son la zanahoria para hacerle el peso al garrote representado por HDHP. Además de pagar por el HDHP de un empleado, puede donar fondos a su HSA y dejar que el empleado decida si gasta esos fondos o no porque, como ocurre con los planes 401(k), los HSAs son del empleado, no del empleador.

La cantidad que done determinará la cantidad que ahorre en gastos de salud; después de todo, si cambiar de una HMO a una HDHP le ahorra, digamos, 80 dólares por empleado al mes, donar esos 80 dólares a una cuenta HSA mantendrá sus gastos exactamente iguales, aunque ahorrará en seguro a la larga. "Este año el costo de lo planes con elevados deducibles se espera que aumente en un 2%, mientras que el aumento de costo para los planes de HMO y PPO es de un 7%", dice Laing.

En lugar de obligar a los empleados a cambiar, podría agregar la combinación HDHP/HSA a su lista de posibilidades de seguro y enseñar a sus empleados sobre los beneficios a largo plazo de este plan. "Los empleadores ven esto como una forma de demostrar a los empleados que están pensando en su futuro", dice Chad DiBonaventura, consultor de soluciones de la pequeña empresa de The Bostonian Group. "El dinero en una HSA va a quedarse allí para pagar gastos médicos cuando se jubilen".

Los empleados también ahorran dinero en el corto plazo porque la participación de cada individuo en la prima del seguro cae en un tercio y las contribuciones a la HSA son deducibles de impuestos. Lo que es más, Laing dice, "73% de las personas gastan menos de 500 dólares al año en gastos médicos". Para los empleados que se encuentran en esa situación, las HSAs van a ser fáciles de aceptar.

Aunque las primas de seguros en alza tienen angustiados a los empleadores, ofrecer a sus empleados alguna forma de cobertura de salud es mejor que nada, ya que le dará una ventaja competitiva y le permitirá atraer, y retener, mejores empleados. "Un cuarenta por ciento de las empresas pequeñas y medianas no ofrecen atención de salud", dice Laing, "pero se dan cuenta que cuando si la ofrecen, la moral y la rentabilidad suben". Las HSAs le dan otra opición, una que le ahorrará dinero a Ud. y a sus empleados en el largo plazo.